Los stealers son programas de hacking utilizados para robar información confidencial de una víctima, como contraseñas, números de tarjetas de crédito y datos personales. Estos programas suelen incluirse en malware o ser descargados por los usuarios de manera intencional, ya que suelen presentarse como herramientas legítimas.
Una vez instalados en el sistema, los stealers pueden capturar la información que se introduce en formularios web, monitorear el historial de navegación y acceder a archivos almacenados en el equipo. Algunos stealers incluso tienen la capacidad de tomar capturas de pantalla o grabar la actividad del usuario en tiempo real.
Los stealers son especialmente peligrosos porque pueden operar de manera discreta, sin que el usuario se dé cuenta. Además, una vez que han robado la información, la envían a servidores controlados por los atacantes, donde pueden ser utilizada para fines ilícitos como el robo de identidad o el fraude.
Es fundamental tomar medidas para protegerse de los stealers y otros tipos de malware. Algunas recomendaciones incluyen utilizar un software de seguridad actualizado, no descargar archivos sospechosos y no hacer clic en enlaces desconocidos o sospechosos. Además, es importante utilizar contraseñas seguras y no compartir información confidencial con terceros no confiables.